miércoles, 4 de agosto de 2010

Selectividad

Esta semana se desarrollarán en Andalucía los exámenes de acceso a la Universidad. El año pasado tuve la inmensa suerte de corregir y aprendí mucho de aquella experiencia. Todo lo que viví me ha ayudado muchísimo a preparar a mis alumnos este año y, sobre todo, también a entender mucho mejor todo este proceso en el que miles de adolescentes se encuentran sumidos en este precioso momento. Esta columna surge con la vocación de tranquilizar a los alumnos de esta convocatoria, pero también a los profesores (que, no pocas veces, sienten que su dignidad docente pende y depende de los resultados que obtengan). Les voy a dar diez razones para tener confianza. Al fin y al cabo, van a examinarse de la Selectividad más fácil de toda la historia y suspender es altamente complicado e improbable.

Primer motivo. Por primera vez desde que el hombre bajó del árbol, solo será obligatorio realizar cuatro exámenes (Lengua, Filosofía o Historia, Inglés o Francés y una optativa). Por tanto, eso de que las PAU sea una aventura agotadora... tiene poco de realidad y mucho de nostalgia. Serán además cuatro los días de realización de las pruebas, para solo cuatro exámenes obligatorios. Segundo motivo. Selectividad se aprueba a partir de un cuatro. Te hacen media desde el cuatro, si tu nota de bachillerato es superior al seis, como ocurre en la mayoría de los casos. Tercer motivo. La ortografía no resta en exceso, ni siquiera en Lengua. En algunas universidades andaluzas no se quitó el año pasado puntuación por las faltas, por más que los alumnos tuvieran docenas de errores. Cuarto motivo. Los porcentajes de aprobados rondaron, en la pasada convocatoria de junio, el noventa por ciento... ¡siendo más difícil aquella que la selectividad de este año! Por tanto, parece probable que en 2010 menos de uno de cada diez suspenda. Quinto motivo. En todas las pruebas hay dos opciones, con lo cual solo con dominar una parte del temario se ha de lograr el apto. No hay factor sorpresa en muchos casos: casi todos los profesores hemos vaticinado cómo será nuestro examen y casi nunca fallamos. Casi todo se intuye. Sexto motivo: en esta ocasión, podrán hacerse asignaturas “para subir nota”. Estas solo ponderarán si resulta beneficioso para el alumno. Esta opción, que nunca ha existido, reportará algunas décimas a personas que puedan necesitarlas. Séptimo motivo. En la Selectividad de este año se puede sacar hasta un catorce, puesto que se puede realizar dos asignaturas “para subir nota”. Por tanto, sobre la hipotética nota superior, un catorce, sacar más de un cuatro parece de risa. Octavo motivo. Cada corrector habrá de corregir, de media, unos trescientos exámenes. No es raro, por tanto, que a veces se tienda a ser generoso, por las prisas, pues la falta de atención beneficia a los exámenes corregidos, siempre. Además de eso, en la ponencia en la que yo me encontré el pasado junio, nos establecieron una nota media de la que no podíamos bajar (y que era superior al seis). Si tus exámenes corregidos tenían una puntuación inferior, como media, tenías que subir las calificaciones. Asimismo, teníamos terminantemente prohibido puntuar con 4'75. En esos casos, y para evitar reclamaciones, se nos “recomendaba” redondear al alza. Noveno motivo. Los alumnos tienen la posibilidad de reclamar y de pedir una segunda corrección, por si algo no fuera correcto en el proceso. Décimo motivo. Selectividad supone no más que una prueba de madurez. Los niveles establecidos en segundo de bachillerato son, en la mayoría de los casos, superiores a los de Selectividad. Si un alumno ha aprobado segundo de bachillerato, lo normal es que esté más que preparado para superar este trance.

Por desgracia, otra cosa será la entrada en la carrera de nuestros sueños. En esta ocasión, y eso supone un problema para los aspirantes vía PAU, los alumnos de FP de grado superior entrarán en la Universidad sin necesidad de examinarse con el resto. Por tanto, todos aquellos que lleven, pongamos, un diez de expediente, en una FP de administración, tendrán garantizada una plaza en Medicina. Puede ser, por tanto, el año de las FP y un mal año para aquellos que desean una plaza en alguna de las carreras más codiciadas. Afortunadamente, la oferta de plazas que ofrecen nuestras universidades es amplia y hay un lugar para todos. O casi.

En fin, ¡que ya está! Nos disponemos a vivir la Selectividad más fácil de todos los tiempos y solo aquellos alumnos que se pongan más nerviosos de la cuenta, suspenderán. Por ello, hagan provisión de tilas, revisen los DNI, vean algún partido del Mundial en la tele, pues estudiar ya no sirve de algo, y disfruten de la experiencia... pues es apasionante. A mis alumnos de segundo de bachillerato siempre les digo que se inicia, tras todo este suplicio, el mejor verano de sus vidas. Para mí lo fue, sin duda. El año pasado todos mis alumnos aprobaron en Selectividad la asignatura que imparto y se lo aseguro, no es mérito mío. Si pudieron aprobar todos, teniéndome a mí de profesor, es porque aprobar Selectividad, con las normas actuales, está chupado. A pesar de lo cual, y aunque no sea necesaria, ¡os deseo mucha suerte a todos!